En un barrio cualquiera, de una ciudad cualquiera, una misteriosa niebla comenzó a envolver cada esquina, rincón y piedra de aquel tranquilo lugar.
La luna, a duras penas, se dejaba sentir en la inquietante oscuridad que reinaba.
De repente, un aullido desgarró el velo de la niebla, rompiendo la quietud fantasmal que se había apoderado del barrio...
¡Es tu turno! Continúa tú la historia, sé original...